domingo, 15 de septiembre de 2013

Massa, el Vandor de nuestros días...



"Yo le dije: a usted lo matan; se ha metido en un lío que a usted lo van a matar. Lo mataban unos o lo matan otros, porque él había aceptado dinero de la embajada americana y creía que se los iba a fumar a los de la CIA. ¡Hágame el favor! Le dije: ahora usted está entre la espada y la pared: si usted le falla al Movimiento, el Movimiento lo mata; y si usted le falla a la CIA, la CIA lo mata. Me acuerdo que lloró. Le dije usted no es tan habilidoso como se cree, no sea idiota, en esto no hay habilidad, hay honorabilidad, que no es lo mismo”.
Así se refería el General a Vandor,  quién  tranzó con el gobierno de facto y con la embajada estadounidense y proponía un “Peronismo sin Perón”
Un poco mas acá en el tiempo, conocimos un despacho de la Embajada estadounidense  del 2 de marzo de 2009 que decía: “Los visitantes se encontraron el 18 de febrero con O'Reilly, un miembro senior del staff del jefe de Gabinete Sergio Massa, y con el diputado nacional del PRO Esteban Bullrich. O'Reilly había preguntado al DCM si podía traer a su amigo Bullrich, a pesar de que ellos representan (al menos oficialmente) dos movimientos políticos diferentes. En ese encuentro, como en otros, O'Reilly se mostró crítico de los Kirchner, aunque dijo que no hablaba en nombre de ellos, y anticipó la voluntad de su jefe Massa de dejar el Ejecutivo, cuando faltaban cuatro meses para la derrota del kirchner

ismo en los comicios legislativos”. En ese encuentro, surgió la pregunta sobre el porqué de los chisporroteos de la relación entre EE.UU. y la Argentina. O'Reilly dio su explicación: "El 90 por ciento del problema es lo que estaba haciendo la Argentina, particularmente por las dificultades de este gobierno de establecer una visión estratégica a largo plazo de la relación".
Obviamente Massa no tendrá el trágico final de Vandor, aunque seguramente sí sufrirá el mismo fracaso político. El accionar del mediáticamente inflado dirigente del Tigre es el mismo que el de aquel traidor de antaño. El paralelismo es fácil… Massa es una especie de Vandor postmoderno cuyo modus operandi es la traición, la mentira y la falta total de escrúpulos…
Más temprano que tarde el pueblo hará justicia y las generaciones futuras no sabrán siquiera quién fue aquel inoperante dirigente que intentó traicionar al gobierno que más hizo por el pueblo.

Juventud: de la carta de Perón y el "ya les va a tocar" al actual momento histórico


“La juventud argentina del año 2000 querrá volver sus ojos hacia el pasado y exigir a la historia una rendición de cuentas encaminadas a enjuiciar el uso que los gobernantes de todos los tiempos han hecho del sagrado depósito que en sus manos fueron poniendo las generaciones precedentes y también si sus actos y sus doctrinas fueron suficientes para llevar el bienestar a sus pueblos y para considerar la paz entre las naciones” comenzaba diciendo aquel famoso mensaje que el General escribiera a las generaciones venideras. Entre medio, es decir en los años que van desde la caída de Perón en el ´55 (o la muerte de Evita en el ´52 más precisamente) hasta la llegada de Néstor en 2003 nuestros dirigentes se olvidaron, o en todo caso utilizaron, a los jóvenes sin darles el lugar preponderante que habían ocupado y mucho menos el que hoy tienen.
“Ya les va a tocar”, “ya van a tener su oportunidad” o “son jóvenes, tienen tiempo” eran frases muy comunes y escuchadas a diario por aquellos que reclamaban un lugar o más participación partidaria. Pero en épocas de elecciones, la juventud era llamada para llevar adelante las campañas, para repartir boletas, para atender los locales partidarios y para ser fiscales de mesa, todas tareas “imprescindibles, y que sólo los jóvenes pueden llevar adelante…” “De ustedes depende el éxito…” solían decir. Claro está, que pasado el acto eleccionario y la hora de los festejos, o no, la juventud volvía a ser condenada al ostracismo hasta nuevo aviso.
Estos puntos, hicieron que muchos se alejen de la militancia, lo que llevó a que la dirigencia no se renueve y  que durante décadas nos gobiernen personas con ideales que no se aggiornaban a los tiempos actuales o lo que es peor, los cambios de banderías políticas o de legitimidad de los gobiernos no implicaron cambios en las acciones tomadas.
Con la llegada de Néstor, los jóvenes recuperaron la militancia, la participación. Y esto se dio porque fue él quien interpretó  como nadie sus demandas, sus necesidades y sus inquietudes. La juventud se vio reflejada en ese flaco rebelde que se le plantó al FMI, que dijo no al ALCA, que bajó los cuadros… “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica” dijo alguna vez Salvador Allende, y Néstor fue justamente eso, revolución.
Lamentablemente, todavía existen dirigentes que no lo entienden, que no pudieron canalizar las demandas de millones de jóvenes que festejan el cambio que durante tantos años le negaron egoístamente y hoy ya es irreversible. Estos dirigentes son los que ya no interesan porque como dice Charly, “los dinosaurios van a desaparecer”. Los que si importan son los que siguiendo los preceptos de Evita, Perón, Néstor y Cristina ponen a la juventud en un mismo nivel, les brindan apoyo, contención, conocimiento y fundamentalmente les dan la oportunidad de expresarse y de participar.
Para la juventud militante, sin lugar a dudas la década se ganó, y aquellos que no lo entiendan serán en los tiempos venideros los condenados al ostracismo.